El trio

Written on 0:27 by MrPan

Hay un antes y un después en mi vida a causa de una amistad. Cuando conocí a Pepe, tenía yo ya unos trece años bien cumplidos. Estaba empezando a desarrollarme y a estirar por fin. Vivíamos en el mismo barrio desde que tenemos memoria, pero para mí él era un niño más del patio y para él yo era el tipo raro que no sabía jugar al futbol. Algún año antes existió un perdón y un puñetazo, pero eso es otra historia. Recuerdo que de alguna manera, comenzamos a hablar, contar chistes y comentar películas… para mí fue toda una sorpresa que aquel chaval aparentase después de tanto tiempo ser alguien interesante. Lo cierto es que como pasa muchas veces, conectamos. Nos hacíamos gracia y nos admirábamos mutuamente en el fondo. Algún tiempo después nos convertimos en grandes amigos, luego en los mejores y solo un poco más tarde en hermanos. Hoy me considero un siamés amputado.


Os preguntaréis a que viene todo esto. Pues bien: éste chaval fue el que resucitó en mi interior el interés por lo audiovisual (por llamar de alguna manera a lo que unos niñatos grababan sin sentido en una cinta lo más cronológicamente posible para que se entendiese algo). Habían pasado solo dos años desde que la cámara llegó a mi familia y a mí se me habían apagado un poco las ganas de cine. En aquellos tiempos, los padres de mi amigo Mario, habían comprado también una cámara similar y sus padres parecían más permisivos. Los míos condicionados por mi presión y convencidos por el poco interés que despertaban las grabaciones últimamente en el resto de mi árbol genealógico, terminaron por ceder y dejármela de una vez por todas.
Mario, Pepe y yo, éramos entonces tres niños ilusionados por crear historias. Las historias de todos aquellos que empiezan temprano, llenos de ganas y de ideas en la cabeza para hacer las típicas tramas inundadas de acción, policías y gánsteres de trece años armados con pistolas de plástico y revólveres grabados de misto. Siempre nos llamábamos Jimmy o Richie y movíamos toneladas de cocaína en bolsas de sal, moríamos haciendo sonar un tomo de enciclopedia contra el suelo cuando se acababan los mistos, a veces éramos policías, otras camellos importantes. ¡Y Mario siempre moría!


Nunca lo pasábamos tan bien como cuando nos daba por reunirnos y grabar tonterías. No fui tampoco consciente de que quería dedicarme a aquello en aquel momento. Pero ese fue el primer paso en mi camino de baldosas amarillas y brillantes al que aún no le veo el fin pero que si miro atrás, casi dejo de ver también el inicio.


Fue una suerte que todo empezara como un juego. Y que ese juego fuese tan divertido.

If you enjoyed this post Subscribe to our feed

1 Comment

  1. est |

    es cierto que yo el primer periodo no lo vivi tan intensamente como tu, supongo que yo nunca fui tan especial ni tan rara...poco a poco me converti en la que sostenia la camara cuando no habia nadie mas que pudiera hacerlo, la primera y muchas veces unica persona que veia las "pelis" y sobre todo una persona sn voz ni voto a la que no dejaban ver la tele.
    para mi la infancia fue casi perfecta y tu tienes mucho que ver con ello!!

    si pepe es tu siames, irema y yo seriamos casi "hermanas"....donde deja eso a papa y a bastida??

     

Publicar un comentario